Era casi imposible imaginar que el plástico, un producto tan versátil y barato acabaría siendo un problema tan grave para el planeta. Ahora está tan presente en nuestra vida que constantemente vamos dejando a nuestro paso envases y envoltorios de plástico: botellitas de agua, bandejas de comida, vasos de café con sus tapas, cucharas, cuchillos, pajaritas, bastoncitos de algodón, envoltorios de caramelos, de chicles, bolsas de patatas fritas.
  Los océanos son un lugar de grandes bellezas, además de ser importantes para el alimento, transporte, recreación, fuentes medicinales,  energía, entre otros. Sin embargo, están sufriendo debido a las múltiples actividades humanas.