15 Jun 5 ejercicios tibetanos que te ayudarán a mantener la juventud
Los cinco ritos tibetanos de Yantra Yoga o Yoga Tibetano, es un conjunto de ejercicios capaces de devolver al organismo psíco-físico la vitalidad perdida. Cuerpo, mente y sentidos se renuevan, y ayuda a vivir con liviandad y entusiasmo.
Consisten en 5 ciclos de posiciones a realizarse, sistemáticamente, 21 veces cada uno. Deben realizarse todos los días y mejor aún dos veces al día, de mañana y de noche, siempre con el estómago vacío.
Estos ejercicios no contienen contraindicaciones y se realizan coordinados con la respiración. Cualquier ejercicio físico sin la respiración adecuada no contribuye a la activación energética. Los ejercicios restablecen y desbloquean la energía del cuerpo.
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Ejercicio 1
De pie y erguido con los brazos extendidos en horizontal al suelo, palmas hacia abajo.
Los brazos deben estar en línea con los hombros, luego giras en torno a las agujas del reloj hasta que empieces a sentir un poco de mareo. Poco a poco aumenta el número de vueltas de 1 a 21 giros.
Enfoca tu visión en un solo punto en línea recta para que evites mareos.
Respiración: Inhala y exhala profundamente mientras haces los giros.
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Ejercicio 2
Acuéstate en el suelo boca arriba. Extiende completamente los brazos a lo largo de tus lados y coloca las palmas de la mano contra el suelo, manteniendo los dedos juntos. Después, levanta la cabeza del suelo metiendo la barbilla hacia el pecho.
Al levantar las piernas debes tener las rodillas rectas y en posición vertical. Si es posible, extiende las piernas sobre el cuerpo hacia tu cabeza, no dejes que las rodillas se doblen.
Luego, baja lentamente las piernas y la cabeza al piso, manteniendo siempre las rodillas rectas. Permite que tus músculos se relajen, y repite.
Se recomienda evitar el contacto directo con el piso, para no dañarte la espalda.
Respiración: Respira profundamente mientras levantas la cabeza y las piernas y exhala a medida que bajas la cabeza y las piernas.
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Ejercicio 3
Arrodíllate en el suelo con el cuerpo erguido. Las manos deben colocarse sobre las espaldas de los músculos del muslo.
Inclina la cabeza y el cuello hacia adelante, metiendo la barbilla contra el pecho. Luego, tira la cabeza y el cuello hacia atrás, arqueando la columna vertebral.
Mientras te arqueas, apoya los brazos y las manos contra los muslos de apoyo. Después del arqueo devuelve tu cuerpo a una posición erguida y comienza el ejercicio nuevamente.
Respiración: Inhala mientras arqueas la columna vertebral y exhala mientras regresas a una posición recta.
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Ejercicio 4
Siéntate en el suelo con las piernas estiradas hacia afuera, delante de ti y tus pies. Con el tronco del cuerpo erguido, coloca las palmas de las manos en el suelo junto a tu trasero.
Luego, debes meter la barbilla hacia delante contra el pecho. Ahora, deja caer la cabeza hacia atrás todo lo que puedas. Al mismo tiempo, levanta tu cuerpo de modo que las rodillas se doblan y los brazos deben permanecer rectos, entonces, tensa todos los músculos de tu cuerpo.
Finalmente, deja que los músculos se relajen mientras vuelves a tu posición original sentado. Descansa antes de repetir este ejercicio.
Respiración: Inhala mientras levantas, contén la respiración mientras tensas los músculos, y exhala complemente a medida que bajas.
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Ejercicio 5
Acuéstate con la cara al suelo. Recibe apoyo de las manos con las palmas hacia abajo contra el piso y los dedos de los pies en posición flexionada.
En el transcurso de este ejercicio, las manos y los pies deben mantenerse rectos. Comienza con los brazos perpendiculares al suelo, y la columna vertebral arqueada. Ahora, debes tirar la cabeza hacia atrás tanto como sea posible.
Dobla las caderas, lleva el cuerpo hacia arriba en una ‘V’ invertida. Al mismo tiempo, lleva la barbilla hacia delante.
Respiración: Respira profundamente mientras levantas el cuerpo, y exhala completamente a medida que bajas el cuerpo.
⇒ Con información de Soy Espiritual y Vida Lúcida
⇒ Imágenes obtenidas de La Vida Lúcida
