17 Sep Aprende a preparar Kitchari, un delicioso, nutritivo y desintoxicante plato indio de la Cocina Ayurvédica
Tiene un puesto de honor en la Cocina Ayurvédica, ya que es un plato de fácil asimilación y está recomendado para todas las personas, incluso para pacientes debilitados, ancianos y niños. De hecho, el Kitchari está considerado como la ‘piedra angular’ del tratamiento ayurvédico ya que equilibra Vata, Pitta y Kapha.
Desintoxicante y reconstituyente, ¡es un lujo para tu salud!… Es ampliamente conocido no solo por su capacidad para limpiar el organismo sino también por disminuir el envejecimiento de las células, ofrecer abundantes nutrientes y ayudar a eliminar los desperdicios acumulados. Para los yoguis, o cualquier persona que desee limpiar su cuerpo y su alma de una manera suave y natural, el Kitchari le ofrece abundantes nutrientes y la posibilidad de hacer realidad este objetivo que pareciera simple pero que, en la práctica, no lo es tanto.
Si bien consta de varios ingredientes, destacan sus dos elementos principales: el mung dahl (la judía mungo también conocida en esta parte del mundo como soja verde –aunque en realidad no es una variedad de la soja-, pelada y partida), y el arroz basmati.
En la receta tradicional se preparan juntos todos los ingredientes juntos, aunque también podrías aceptar la recomendación de hacer las legumbres aparte ya que en Latinoamérica normalmente se prepara para dos días y a muchos no les gusta el arroz recalentado.
*Tip:
La noche anterior puedes dejar remojando las legumbres, normalmente con dos o tres horas basta pero puedes dejarlas más tiempo en agua si te gustan bien hidratadas. Recuerda que todas las legumbres empeoran el Vata, lo cual tiene su lógica ya que Vata es aire… y ya sabes lo que pasa en tu intestino cuando comes legumbres. Sin embargo, cuando remojas las legumbres evitas estos inconvenientes.
Con qué prepararlo (para cuatro personas):
- 1 taza de arroz basmati (si no consigues puedes usar arroz integral pero deberás dejarlo en remojo en un medio ácido como kéfir o algunas gotitas de limón, un día antes de su preparación)
- 1 taza de poroto mung, mung dahl o soja verde (puedes suplantarlo por lentejas rojas en caso que no lo encuentres)
- 3 cucharadas de ghee (mantequilla clarificada)
- 2 cucharaditas de semillas de comino
- 3 cucharaditas de semillas de mostaza
- 1 cucharadita de coriandro molido (se lo conoce también como perejil, cilantro o culantro)
- 1 cucharada de jengibre fresco, cortado y triturado
- 1 cucharadita de cúrcuma molida
- 1 cucharadita de asafétida o hing (no es esencial para la preparación, sirve más para aromatizar así que no es de gran importancia si no la consigues)
- Sal al gusto
- Ghee
- 1 tomate pelado y cortado finamente
- 1 cebolla grande
- 1 puerro o cebolla blanca
- 2 zanahorias
- 1 papa o batata
- De 4 a 6 tazas de agua (según qué tan cremoso lo quieras)
Cómo prepararlo:
1. Pon el ghee en una olla a fuego mínimo. Cuando comience a emanar un delicado aroma (será entre 30 segundos y 1 minuto después) agrega las 2 cucharadas de té con semillas de comino. Deja que se impregnen en el ghee por alrededor de 1 minuto.
2. Agrega a continuación las semillas de mostaza y asegúrate de tapar la olla pues cuando esta semilla se calienta, explota. Cuando las semillas de mostaza hayan dejado de explotar, retira la tapa (que no volverás a utilizar) y agrega el jengibre fresco y triturado.
3. Cuando el jengibre comience a dorarse, agrega el tomate pelado y cortado fino; es en este momento que puede ser necesario que agregues de 1 a 2 tazas de agua, dependiendo de la consistencia que quieras darle. Posteriormente añade el arroz y algo más de líquido, el cual nunca debe exceder el nivel del arroz (el grano debe sobresalir).
4. Después de entre 5 y 8 minutos, agrega a la preparación el poroto mung. Incorpora 1 o 2 tazas de agua si fuese necesario, pero recuerda: sin que sobrepase el nivel del arroz y el poroto.
5. Será ahora el momento de incorporar el coriandro, la cúrcuma molida y la asafétida. Con una cuchara de madera revuelve la preparación periódicamente. Sobre el final de la cocción adiciona sal (en caso de ser necesaria) y cocinar hasta que el arroz y la legumbre estén blandos, adicionando agua a medida que se necesite.
¿Qué es lo que estarás comiendo en el Kitchari?
Porotos Mung:
Son reconocidos por su capacidad para eliminar toxinas, específicamente pesticidas e insecticidas del cuerpo. Además, son una importante fuente de proteínas (provee 8 aminoácidos esenciales) y fibra.
Arroz Basmati:
Se diferencia del ‘clásico’ arroz blanco en que su sabor es más delicado y su fragancia más aromática; de hecho, la palabra “basmati” deriva del sánscrito que significa “perfume”). Es rico en hidratos de carbono que aportan energía, y su grano largo tiene una textura perfecta. Puedes reemplazarlo por arroz integral pero, en tal caso, lo mejor es dejarlo remojando toda la noche en algún medio ácido como kéfir o con algunas gotitas de limón para reducir el ácido fítico que inhibe la absorción de minerales como el calcio, hierro, magnesio, y zinc, haciéndolos inutilizables para el organismo.
Ghee:
Es mantequilla clarificada, muy fácil de hacer. No solo hace el Kitchari más cremoso y deja la cocina con un olor increíble, también añade muchos beneficios como ayudar a la digestión y lubricar las articulaciones y el sistema nervioso, favoreciendo las sinopsis neuronales. A diferencia de otros aceites que se utilizan para cocinar, el ghee resiste altas temperaturas por lo que no tendrás que preocuparte por la oxidación.
Verduras:
La idea es añadir los vegetales de temporada que tengas a mano para completar el plato. Buenas alternativas que puedes considerar son el zapallo, los camotes (papas dulces), los porotos verdes… ¡lo que se te ocurra! La clave está en utilizar lo que tienes disponible localmente, ya que el Ayurveda está vinculado a la transición natural de las estaciones.
Especias:
Las especias encienden el fuego digestivo que muchos tienen debilitado por comer y combinar mal los alimentos. Si buscas recetas de Kitchari encontrarás que las combinaciones y cantidades de especias varían entre unas y otras y van desde las más clásicas como pimienta negra, comino, cúrcuma, cardamomo y canela, a las exóticas como fenugreek, asafétida y hojas de curry (no confundir con curry en polvo). Te aconsejamos experimentar con diferentes mezclas según tu fantasía o, mejor aún, según tu Dosha.
Las especias agregan un sabor maravilloso al Kitchari pero también contribuyen con muchos beneficios para tu salud. La mayoría son carminativas, es decir que ayudan a calmar la digestión favoreciendo la expulsión de gases o previniendo su formación; además, cuentan con otras propiedades curativas: la cúrcuma y el jengibre –por ejemplo- son anti-inflamatorios, mientras que el fenugreek es bueno para equilibrar el azúcar en la sangre… la asafétida en pequeñas cantidades ayuda a reducir la flatulencia y es especialmente buena para aumentar el fuego digestivo (conocido como Agni en la medicina ayurvédica).
En conclusión, el Kitchari es un plato muy nutritivo y digerible que apoya al sistema digestivo en un proceso de limpieza, y ofrece nutrientes esenciales. Es un alimento caliente y energizante recomendado para cualquier día y momento, pero especialmente si tienen sus energías bajas o se sienten un poco enfermos. A los inquietos Vata la sopa caliente los conecta a la tierra; para los fogosos Pitta, sus especias son calmantes; y al frío Kapha sus especias proporciona un calor sanador.