Nuestro cuerpo es nuestro templo, es la manifestación del espíritu en la Tierra. Se nos ha olvidado que es nuestro único vehículo y que le afecta lo que hacemos o permitimos entrar en él. El primer paso para vivir una sexualidad sana es el mantener tu cuerpo limpio, sano, activo y lleno de amor. Se ha demostrado científicamente que lo que comemos afecta nuestro cuerpo, órganos, sangre, mente, cuerpo y cuerpo energético.