La naturaleza ha demostrado siempre modelos de camuflaje y protección. Un ejemplo de esto es el camello africano que puede cerrar la nariz para protegerse de los fuertes vientos de arena. Los caracoles, tortugas y otros por su parte pueden ocultarse y encontrar amparo en su caparazón. Esto me hizo reflexionar en la capacidad natural para protegerse de algo adverso.