Urgencia y necesidad de acción en la Cumbre del Clima en Bonn

La sensación de urgencia y la necesidad de acción presidieron  la inauguración de la Cumbre del Clima de Bonn (COP23), en la que se busca articular el Acuerdo de París de 2015 para poner freno al calentamiento global con un esfuerzo multinacional coordinado.

La cita, que se prolongará hasta el 17 de noviembre, trata de empezar con la letra pequeña del Acuerdo de París, especialmente en lo relativo a las contribuciones económicas y al cumplimiento de objetivos, así como luchar contra la sombra del abandono de EEUU del pacto, que deja un vacío político y un agujero financiero.

«Ya no tenemos el lujo del tiempo. Debemos actuar ahora. Aquí es donde empezamos», aseguró en la sesión inaugural de la cumbre la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (CMNUCC), la mexicana Patricia Espinosa.

A su juicio, es esencial que en este encuentro se fijen «los compromisos financieros y de mitigación» de los efectos del calentamiento global, y que se dote de un «manual de instrucciones» al Acuerdo de París.

En concreto, según han apuntado expertos y representantes nacionales, la reunión debe empezar a aclarar cómo se deben presentar los planes de reducción de emisiones de cada país para que sean transparentes y comparables, y de qué modo se deberán revisar al alza esos objetivos.

Espinosa agregó, en una rueda de prensa, que Bonn debe ser «la plataforma de salida de un nuevo nivel de ambición» ya que las promesas de recorte de emisiones anunciadas hasta ahora, incluso si se implementan completamente, «no son suficientes» para limitar el calentamiento a dos grados centígrados frente a niveles preindustriales.

«Vayamos para adelante. Completemos nuestro trabajo. Elevemos nuestra ambiciones», concluyó Espinosa, quien destacó que «nunca antes ha habido tal grado de urgencia» y calificó los últimos desastres naturales, como la serie de huracanes en el Caribe, de «avance de lo que está por venir».

El presidente de la COP23, el primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, habló, por su parte, de «hacer todo lo posible por hacer avanzar» París y «elevar la ambición» con el objetivo de frenar el calentamiento global.

«Si no estamos a la altura del reto, fracasaremos», advirtió el jefe de gobierno de Fiyi, una isla-nación en el Pacífico Sur amenazada por la subida del nivel del mar que, por motivos logísticos, ha colaborado con Alemania para la organización del encuentro.

La ministra alemana de Medio Ambiente y anfitriona de la cumbre, Barbara Hendricks, alertó sobre el «punto de no retorno» al que se acerca la Humanidad si no se presta atención a los límites fijados en París, por lo que también pidió centrarse «en la acción y la implementación».

Además, Bainimarama subrayó que «la única forma de poner a tu país primero es unirse en los esfuerzos con las demás naciones» en referencia al «América primero» del presidente de EEUU, Donald Trump.

El comisario europeo para Acción Climática y Energía, el español Miguel Arias Cañete, indicó, en un comunicado, que «ahora es el momento de actual para traducir la ambición en acción y acelerar la implementación».

«La COP23 será clave para asegurar que estemos en la senda para alcanzar nuestra primera meta: completar el programa de trabajo de París para 2018», añadió, en referencia a la próxima Cumbre del Clima, que se celebrará en Katowice (Polonia) a finales de ese año.

Está previsto que decenas de ministros y líderes como el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, se sumen a la cita de Bonn a partir del miércoles de la próxima semana, cuando empiece el tramo político de la cumbre.

El Gobierno alemán aprovechó además el inició de la COP23 para anunciar que destinará 100 millones de euros más de los hasta ahora comprometidos para ayudar a los países en vías de desarrollo a tratar con las derivadas del cambio climático.

La apertura de la COP23 ha estado precedida de varias manifestaciones y acciones de protesta en la antigua capital federal alemana y sus alrededores, algunas con decenas de miles de participantes, entre las que destacó ayer el bloqueo de una mina a cielo abierto que quería exigir el fin del empleo del carbón.

 

 

⇒ Tomado de Diario Vasco