Menú vegetariano para compartir en Navidad

La Navidad es el mejor momento para compartir con los seres queridos. Si quieres lucirte con deliciosas opciones que no contengan ningún animal en los platos. Aquí te dejamos estas opciones de menú vegetariano para compartir en estas fechas.

Entrada
Champiñones al horno con ajo y perejil

Existen muchas alternativas de preparar champiñones pero los champiñones al horno lo tienen todo: son ricos, fáciles de preparar y ligeros.

Ingredientes:

  • 400 g de champiñones
  • 4 cucharadas de perejil picado
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de hierbas provenzales (orégano, tomillo, mejorana, romero, albahaca, laurel, etc.)
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • pimienta

No hay que lavar los champiñones con agua porque tienen una textura muy delicada, se arruinan fácilmente y además largan mucha agua durante la cocción. Por eso hay que simplemente eliminar la tierra que puedan tener con un paño o un cepillo suave. Pero si queréis estar totalmente seguros de que no les quede nada de tierra, se puede retirar la piel como podéis ver en este video:

 

Preparación:

Picamos el ajo y el perejil bien pequeño, y lo mezclamos con dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra.

Una vez que tenemos los champiñones limpios, los disponemos en una bandeja para horno. Espolvoreamos los champiñones con las hierbas provenzales, una pizca y pimienta a gusto. Luego los pincelamos con el majado de ajo y perejil, y llevamos al horno precalentado a 180°C (si tenéis la función ventilado ponedla) por unos 25 minutos según el tamaño, hasta que los champiñones estén más oscuros y tiernos.

Se pueden comer templados o fríos.

 

Rissoto de calabaza

La combinación de arroz cocido y queso parmesano rallado, con un toque dulzón de la calabaza asada le da un delicioso sabor. La cremosidad del arroz no procede de la salsa sino del modo de cocción del arroz.

El arroz se cuece en caldo de verduras y se mueve continuamente, para que al soltar sus almidones según absorbe el líquido, deje el arroz con una textura cremosa. El secreto está en añadir los líquidos calientes, no fríos, poco a poco y por supuesto, no dejar de remover para que quede al dente.

Preparación:

Pela la calabaza, eliminando las hebras y pipas de su interior y trocéala en dados no demasiado grandes.

Luego, corta la cebolleta en cuadraditos pequeños. La idea es que el sabor de la cebolleta se aprecie, pero que su presencia no destaque en exceso en el resultado final del plato. Si quieres añadir ajo a tu risotto de calabaza, puedes cortarlo en láminas muy finas.

En una cazuela pon a calentar una cucharada de mantequilla y una de aceite de oliva virgen. Cuando la mantequilla esté derretida y coja temperatura (sin quemarse), incorpora la cebolleta añadiendo un poco de sal y pimienta negra recién molida.

Deja que la cebolleta se dore a fuego medio unos minutos (y el ajo si lo has puesto), hasta que la cebolleta esté transparente y, a continuación, añade los dados de calabaza. Remueve unos segundos con cuchara de madera y, sin más demora, también añade el arroz.

Sigue removiendo unos segundos para mezclar perfectamente el sofrito con la calabaza y el arroz y, seguidamente, incorpora el vino blanco. Deja que el vino reduzca a fuego medio (no lo subas), pero mientras se evapora el alcohol, no dejes de remover suavemente.

Pasados dos o tres minutos, llega el momento más delicado a la hora de hacer un buen risotto de calabaza y parmesano: incorporar el caldo vegetal. Antes de echarlo a la cazuela debe estar muy caliente para evitar, así, parar la cocción. Vierte primero media taza de caldo y hazlo lentamente, no de golpe. Además, no dejes de remover con suavidad pero de manera constante, para que el arroz suelte todo su almidón y consigas esa cremosidad propia del risotto.

Cuando veas que el arroz va absorbiendo el caldo, añade otra media taza y así sucesivamente hasta haber incorporado todo el caldo, siempre teniendo la precaución de comprobar que sigue bien caliente. Si se ha enfriado, unos segundos en el microondas antes de echarlo es un truco al que puedes recurrir. Otra opción es mantener el caldo en un cazo a fuego mínimo, para que esté siempre a la temperatura idónea antes de añadirlo al arroz.

El arroz del risotto nunca puede quedar seco, por lo que, cuando viertas la última taza de caldo, no esperes a que se consuma totalmente. Para que te hagas una idea del tiempo de cocción, el risotto deberá estar hecho, meloso y al dente, en unos 15 o 18 minutos aproximadamente.

Una vez apagado el fuego, espolvorea el queso parmesano rallado en el risotto de calabaza para que se funda ligeramente con el propio calor del arroz. Si quieres, decora también con un poco de perejil picado. Emplata y sirve inmediatamente porque el risotto de calabaza se degusta en su punto, recién hecho, sin necesidad de unos minutos de reposo como ocurre con otros tradicionales platos de arroz.

 

Crema de chocolate y yogur griego

Se trata de una crema ligera y saludable, en la que hemos usado chocolate sin azúcar.

Ingredientes
  • Chocolate de cobertura sin azúcar 300 g
  • Yogur griego 350 g
  • Nata líquida 100 ml
  • Frutos rojos para servir
Preparación

Nos guardamos una onza de chocolate para la decoración de la crema y troceamos el resto. Lo introducimos en un tazón junto con la nata líquida. Calentamos a fuego suave al tiempo que removemos para que se vaya derritiendo y homogeneizando.

Pasamos la mezcla a un recipiente amplio y hondo y dejamos atemperar. Agregamos 300 gramos de yogur griego y batimos con unas varillas hasta que esté bien mezclado. Repartimos la crema en cuencos y los guardamos en la nevera un mínimo de dos horas.

Retiramos la crema de la nevera 30 minutos antes de servir y la dejamos reposar a temperatura ambiente. Decoramos cada cuenco con una cucharada de yogur griego, frutos rojos al gusto y un poco de chocolate rallado por la superficie.

 

⇒ Con información de Delicias Kitchen, Mundo Deportivo y Directo al Paladar

Denisse Espinoza