Potencia tu meditación practicándola en el lugar indicado

 

La meditación es una de las mejores herramientas para conectarte con tu esencia y trabajar en la espiritualidad, además de tener una infinidad de beneficios.

Al meditar puedes alterar tu estado de conciencia, liberar la mente de pensamientos, además de lograr un estado de calma y tranquilidad. Al aplacar el torrente de imágenes y palabras que invaden nuestra cabeza, se logra vivir plenamente el momento presente para conectarse con la fuente interior del ser.

La meditación requiere de práctica y disciplina, entre más la practiques más fácil se te hará y más beneficios a corto plazo podrás ver. Planea tu meditación y has de la práctica algo especial.

Es recomendable tener un espacio reservado donde reine la paz, haya una buena energía y que sea  tranquilo. Este ambiente para tus prácticas espirituales es algo  que deber ir de la mano con tus gustos y necesidades, ¡pero no debes complicarte!

La meditación puede practicarse unos cuantos minutos al día y prácticamente en cualquier lugar. Hazlo parte de tu rutina, estos son tres de los mejores lugares para meditar:

 

  • La Ducha

Meditar durante tu baño es conveniente, pues es un lugar donde se puede estar tranquilo, cómodo y sin interrupciones. Es recomendable porque te ayuda a comenzar el día con pie derecho.

Puedes agregar a la meditación un grado de visualización. Imagina que el agua te purifica, toma un par de minutos para hacerlo debajo del agua.

Cierra los ojos y deja tu mente fluir libremente despidiendo cualquier pensamiento que entre.  Agrega esencias naturales para que te ayuden a relajar aún más. También los aceites o jabones de lavanda son ideales para este propósito.

Si deseas purificarte antes de la meditación, toma un puñado de sal de mar y frótala por todo tu cuerpo. Empieza por los pies y termina en la coronilla.

 

  • Exteriores

Uno de los mejores lugares para meditar es la naturaleza, ya sea un bosque, la playa, o cualquier lugar con aire fresco. El contacto con la naturaleza hace que la meditación sea mucho más poderosa.

Antes de iniciar la meditación, quítate los zapatos, camina descalzo, toca el césped y siente los árboles. Si es muy complicado salir y meditar en conexión con la Madre Tierra, intenta incorporar aspectos de la naturaleza en tu hogar.

 

  • Un Lugar Especial

Reserva un lugar específico para tu meditación. El tamaño no es importante, puede ser una habitación completa, un rinconcito, incluso un clóset.

Primero, piensa como lo quieres adornar y organízalo de manera que lo sincronices con tu energía. Pon empeño en crear este lugar especial para tu meditación.

Piensa si te sientes más cómodo con colores pasteles o con colores vibrantes. Mira todos los detalles, si te apetece un colchón, un sillón, cojines o alfombras para sentarse.

Las velas son grandes compañeras en los momentos de relajación, y los cristales son aliados fieles en momentos de sanación y meditación.

Disfruta creando tu espacio sagrado poco a poco. Lo más importante de todo, es el espacio sagrado que cargas dentro de ti, porque ese es que te permite pausar la vida por momentos y conectarte con la paz.

 

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⇒ Tomado de NuevaEra.about.com

 

Denisse Espinoza