“No tendrán mi odio” “Ustedes quieren que yo tenga miedo, que mire a mis conciudadanos con ojos desconfiados, que sacrifique mi libertad por la seguridad. Perdieron. Sigo siendo el mismo de antes”. Fue el emotivo mensaje de Antonine Leiris, que perdió a su esposa en el atentado terrorista de París.
  Uno de los propósitos más nobles de la vida es tratar de estar tranquilo y en paz. Cabe recordar que todos están aquí por alguna razón, y con alguna misión específica. Todos tienen un destino, la vida empieza a funcionar a su más alto nivel cuando los días tienen como objetivo llevar a cabo esta misión principal.
  No hay fórmula para que las parejas permanezcan felices y unidas durante toda la vida. Muchas veces las circunstancia hacen que simplemente los lazos se rompan, pero está en tus ganas y la de tu pareja hacer que su relación sea feliz y duradera.
  En esta época compartir las tradiciones en familia y  transmitir la importancia de dar y recibir amor, ser solidarios, de alimentar el espíritu y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, se convierten en el mejor regalo que puedes ofrecerle a tus seres queridos. Es un tiempo para renovar la fe, amar a los demás, y poner en alto el amor y paz.
  Las celebraciones de Navidad están relacionadas con fiestas en familia o reuniones con amigos y pareciera esperar esta época del año con sentimientos que anhelan un mundo de paz y de amor. Cada cual confiere a esos días un significado distinto. Para muchos la Navidad encierra momentos de felicidad, de esperanza y de unión familiar, mientras que para otros es una época con cierta tendencia a la tristeza o la nostalgia que en ocasiones les lleva a episodios depresivos.
  El parto respetado es un proceso en el cual la mujer es protagonista activa de su embarazo, parto y puerperio; en el que es tratada con respeto y puede estar acompañada por quien elija. La mamá respetada, además, recibe información completa y adecuada para la toma de decisiones. Es considerada una persona sana y es tratada como tal
  Es comprobable que, al contemplar una figura humana egipcia, con solo mirarle los ojos casi se desvanecen los demás colores y formas y toda la atención queda centrada en la mirada. Y lo mismo observamos en la pintura, en la que, siempre, aparecen las figuras con el tronco de frente y el rostro de perfil y en éste, los ojos negros y enormes.