Se denomina íkaro al canto o melodía que usan los chamanes o curanderos durante los rituales que realizan. El canto chamánico es parte fundamental del quehacer porque es el arma curativa, la sabiduría y el vehículo de la energía personal del curandero, símbolo de su poder.
En los últimos 20 años, hemos sido testigos del florecimiento de personajes que afirman ser sanadores cuánticos, facilitadores de sustancias enteógenas o curanderos. Individuos de diferentes edades y procedencias, supuestos conocedores de métodos indígenas para sanar el cuerpo y el alma. Por lo que es fácil ser engañados o seducidos por sujetos carismáticos que dicen poseer poderes sobrenaturales y permisos ancestrales para ser curandero.