Qué son y cómo funcionan los cantos chamánicos o íkaros

Se denomina íkaro al canto o melodía que usan los chamanes o curanderos durante los rituales que realizan. El canto chamánico es parte fundamental del quehacer porque es el arma curativa, la sabiduría y el vehículo de la energía personal del curandero, símbolo de su poder.

Se dice que Dios creó el mundo a partir del sonido y como el sonido y la música fueron dados a los hombres por los dioses, será siempre la música, en sus sonidos, donde el hombre encontrará su yo profundo.

La acción de “icarar” implicar “cargar” con el poder del shamán un objeto o pócima, otorgándole alguna propiedad específica para ser transmitida al receptor (ya sea limpieza, protección o curación).

Cada hombre sabio es dueño de sus íkaros, como es autor de su experiencia y sabiduría, por haberlos recibido a su vez de su maestro o directamente de la naturaleza.

En la selva del Perú se denomina íkaro al canto o melodía que utilizan los curanderos durante los trabajos rituales que realizan. Su significado en el plano operativo es mucho más profundo a importante: el canto chamánico es el arma curativa, la sabiduría y el vehículo de la energía personal del curandero, el símbolo de su poder.

 

¿Cómo actúan los Ikaros?

Mediante vibración sonora ya que hay un conocimiento subconsciente que guía al chamán a elegir el íkaro adecuado a cada circunstancia. Se podría decir que es un pretexto para que el shamán transmita su energía

Tipos de íkaros:

Mashá: Canto bastante repetitivo en tonos muy altos. Alegra al paciente, lo cual contribuye a su rápida sanación.
Behuá: Canto usado para descifrar la enfermedad y relajar al paciente. De gran versatilidad, es el más utilizado para las sesiones terapéuticas.
Shiro behuá: Canto muy alegre y de gran vivacidad que contribuye a mejorar el estado de ánimo del paciente, lo cual propicia su sanación.
Nahuarin: Canto inspirado por varios espíritus, por lo cual en el canto del chamán se identifican diversos timbres de voz. Permite la purificación y por tanto la sanación del paciente.
Icara: Canto chamánico por excelencia, puede ser un silbido o un susurro, su significado solo es entendido por el chamán que lo manifiesta. Es utilizado para purificar el cuerpo del chamán antes de que inicie la sanación, para poder así conectarse con los espíritus del ayahuasca.

¿Para qué se utilizan los ícaros?

Los curanderos tejen los ícaros para una variedad de propósitos. Pueden extraerse de una biblioteca de melodías que puede estar compuesta por cientos de canciones distintas en muchos idiomas diferentes (mundanos o de otro mundo). Estos ícaros «estándar» se suelen cantar para abrir y cerrar la ceremonia, y para establecer un escudo de protección energética para el espacio. También pueden adaptarse de forma intuitiva o producirse espontáneamente según el paisaje energético específico que perciba el chamán, o al realizar un trabajo individual con los participantes o pacientes.

Aunque son enormemente diversos, algunas de las categorías más estándar de ícaro incluyen:

Protección: Los chamanes utilizarán estos ícaros para establecer un espacio seguro alrededor del área de la ceremonia, y para equiparse a sí mismos y a los participantes con escudos energéticos de defensa. Invocarán a los espíritus de ciertas plantas y animales aliados que tengan este tipo de cualidades, y les pedirán que hagan guardia o se adhieran a todos los participantes en la ceremonia y los defiendan de los ataques.

Inducir las visiones: Estos ícaros se cantan para establecer una conexión energética entre los participantes y los espíritus. Los chamanes pretenden vincular sus líneas energéticas entre sí o facilitar el transporte de los cuerpos energéticos al reino de los espíritus. Una vez en resonancia, se producen visiones de los otros mundos.

Crear reinos: Los chamanes también pueden abrir portales a diferentes reinos y entidades espirituales. Cantar a los espíritus de los pájaros, los peces o las boas puede, además de invitar a la presencia de estos espíritus, servir para transportar las almas de los participantes a sus moradas.
Estabilizar las visiones. A veces, la experiencia de la ayahuasca puede volverse intensa y salvaje. En estos casos, los chamanes pueden cantar ícaros para estabilizar el espacio de la visión. Éstos también pueden servir de salvavidas para quien su alma se haya alejado, atraída por el paisaje cambiante. En estos casos, es posible deslizarse a un reino oscuro o a un estado abrumado, del que puede ser difícil regresar. Trazar el camino de vuelta a la seguridad utilizando la melodía del ícaro puede servir de gran ayuda.

Invocación de espíritus sanadores: Los chamanes pueden invocar las energías de cualquier entidad con la que hayan establecido una resonancia, ya sean plantas sanadoras, animales aliados, ancestros, figuras míticas, elementos, deidades u otros. Estas invocaciones se basan en la energía establecida durante la dieta del sanador con la planta específica, o la conexión espiritual con una entidad.

Limpieza: Algunos ícaros tienen como objetivo crear una tormenta energética en el interior de los participantes para separar las energías positivas de las negativas. Estas últimas pueden salir a la superficie, momento en el que pueden proyectarse en la conciencia, provocando visiones desgarradoras. Éstas, a su vez, pueden conducir a la purga y a la extracción de la negatividad.

Cambio de energías: Ciertos ícaros también puede hacer que las energías se transfieran de un participante a otro o de un participante al chamán. Durante este proceso, las energías que conviene purgar viajan a lo largo de la matriz energética que el ícaro teje por todo el espacio de la ceremonia. Según otros testimonios, es posible que también se envíen a través del tiempo de esta manera.

Curación: Estos ícaros son cantos de luz pura, que inducen sentimientos divinos y dichosos en los participantes mientras realizan profundas reparaciones energéticas en ellos. Trabajan sobre la unidad mente-cuerpo-espíritu, e invocan el poder de todos los aliados espirituales curativos con los que el chamán está familiarizado. Pueden dirigirse a la mente consciente o subconsciente del individuo, al cuerpo en su conjunto o a partes u órganos específicos, y pueden proporcionar recalibración, amor perdido, experiencias sensoriales, liberación emocional, comprensión o cualquier otra cosa que sea necesaria para la curación.

Batalla: Hay ícaros que se utilizan en casos de brujería o ataques energéticos malévolos. El chamán invoca a los espíritus de entidades poderosas, violentas y peligrosas para alejar un ataque o eliminar la brujería.

Sellado energético: Los ícaros pueden ayudar al funcionamiento saludable del cuerpo energético del receptor, manteniendo las influencias de los espíritus sanadores dentro del cuerpo físico después de la ceremonia y protegiendo al portador de las energías negativas. Una categoría importante de ícaro de este tipo se conoce como los ícaros de Arkana.

Cierre: Ícaros estándar que se cantan para cerrar la ceremonia y los cuerpos energéticos de los participantes.

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Denisse Espinoza