Únete a la Lucha contra la Desertificación en su Día Mundial

 

La desertificación afecta a más de 110 países en el mundo y cada año se pierden más de 6 millones de hectáreas de tierra productiva, motivo por el cual cada 17 de Junio se celebra en todo el planeta el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación.

En este 2015 la celebración se centra en ‘lograr la seguridad alimentaria para todos a través de sistemas alimentarios sostenibles’. Es así que, con la consigna de “El que algo quiere, algo le cuesta, invirtamos en suelos sanos”, este año se utiliza la ocasión para llamar la atención sobre la importancia de llevar a cabo estas 5 acciones:

 

1) Un cambio en el uso de la tierra, apostando por una agricultura más sostenible y que se adapte al cambio climático, en especial en aquellas zonas áridas en las que la escasez de comida es cada vez mayor.

2) Un mayor acceso a los avances tecnológicos y a la titularidad de tierras de los pequeños agricultores que respetan el medio ambiente y dan una respuesta a las necesidades alimentarias de millones de hogares, especialmente de los más pobres.

3) Un mayor equilibrio entre las finalidades ecologistas y el consumo de alimentos.

4) Un aumento de las inversiones encaminadas a promover mejores prácticas y un sistema de producción más sostenible; y

5) Un aumento de las acciones encaminadas a visibilizar las consecuencias de la desertificación, cuyos efectos sobre la paz, la seguridad y la estabilidad son invisibles pero, sin embargo, una realidad para los países con escasez de agua y de comida, y cuyos habitantes se ven obligados a emigrar como consecuencia de este problema.

 

Un problema global

Unos 805 millones de personas en el mundo no tuvieron acceso a los nutrientes necesarios entre 2012 y 2014, según el informe sobre el Estado de la Inseguridad Alimentaria de 2014.

Esta cifra equivale a uno de cada ocho habitantes del planeta. La gran mayoría viven en países en vías de desarrollo. Si bien se han hecho importantes avances para alcanzar el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, que es erradicar la pobreza extrema y el hambre, algunas regiones y países todavía no se han beneficiado de este progreso.

La lucha contra el hambre requiere estrategias que tengan en cuenta el desarrollo económico, la gestión de los desastres naturales y conocer la cantidad de nutrientes que consume la población. También es clave centrarse en la tierra porque más del 99,7% de los alimentos proceden del suelo.

Debido al aumento de la población global y a las tensiones por la titularidad y uso de las tierras, va disminuyendo la proporción de suelo destinada al cultivo de alimentos. Es crítico recuperar tierras degradadas para garantizar la seguridad alimentaria.

La escasez de comida y el hambre es más prevalente en países en vías de desarrollo que tienen tierras áridas que no retienen el agua y que son más vulnerables a la destrucción causada por el hombre o por la naturaleza. La mayoría de las personas que habitan en esas zonas dependen de los alimentos locales para subsistir. El África Subsahariana ha logrado algunos progresos en la erradicación del hambre pero sigue registrando las cifras más elevadas de malnutrición.

 

Factores que provocan la desertificación

Entre los principales factores que desencadenan esta situación se encuentran la explotación insostenible de los recursos hídricos, que es causa de graves daños ambientales, incluidos la contaminación química, la salinización y el agotamiento de los acuíferos. Pérdidas de la cubierta vegetal a causa de repetidos incendios forestales. Concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo de masas y la agricultura de regadío.