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Corea del Sur ha logrado reciclar el 95% de sus restos alimentarios

El desperdicio de los alimentos es un tema con un gran impacto en el medio ambiente. Mientras que en Europa y América del Norte se desechan entre 95 y 115 kilos de alimentos por persona al año, Corea del Sur ha encontrado la fórmula para luchar contra el desperdicio alimentario. Se ha conseguido reducir la cifra a menos de 11 gracias a la voluntad política y a una potente inversión en tecnología.

Según datos del Foro Económico Mundial, es urgente transformar el sistema de alimentación para el año 2030.

Corea un ejemplo para el mundo

Gracias a una iniciativa gubernamental que entró en vigencia en 2005, cuando se prohibió el vertido o desecho de alimentos. A partir de ese momento, los montones de comida en la basura dejaron de ser algo común para para volverse cada vez más extraña.

A partir del 2013, el reciclaje de residuos de alimentos -obligatorio en el país- se comenzó a realizar a través de unas bolsas biodegradables especiales cuya compra sirve para financiar el 60% del engranaje del programa de aprovechamiento de residuos: reciclar alrededor de 10 litros de desecho alimentario cuesta menos de un dólar.

Los residuos que se introducen en las bolsas biodegradables se depositan en contenedores “inteligentes” de pago que, a través de una tarjeta personal, registran la cantidad de desperdicios que cada persona recicla. Cuanto más pesan los residuos, más hay que pagar por su reciclaje. Por tanto, los habitantes intentan reducir al mínimo sus desperdicios.

Tratamiento

El contenido de esas bolsas acaba en plantas de procesamiento donde se les quita la humedad y se exprime para obtener biogás y aceite biológico.

Una vez secos, estos residuos se utilizan como fertilizantes y alimentos para animales, medida con la que se intenta impulsar la agricultura urbana y los compostadores en las ciudades. Así, el Gobierno de Corea del Sur se asegura de que se desperdicie el mínimo de comida posible y se tire solo aquello que realmente no se puede aprovechar.

 

⇒ Con información de Eco Inventos y dkv.es

Denisse Espinoza