Un tipo de semejanza que no cambia. Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba. Cuando te familiarizas con la meditación, comienzas a comprender que siempre tienes acceso a la consciencia, la consciencia es ese conocimiento que tienes de ti mismo, de tu existencia, de lo que piensas, de lo que sientes y de lo que haces.
Meditar no significa liberarse de los pensamientos. La mente se aquieta cuando uno deja de alimentar esos pensamientos, al reconocerlos y dejarlos ir, cuando se contempla la respiración tal y como surge, cuando se contempla lo que acontece sin controlarlo y sin identificarse.
Tampoco los libros que hablan de esta ciencia milenaria, ni las filosofías orientales. Simplemente somos seres a los que no nos enseñaron a saber quiénes somos realmente y nos han mostrado un mundo que es exclusivamente externo, en el que se dan todos nuestros triunfos y pérdidas.