El desierto de Atacama se convirtió en cementerio de ropa

En Chile, montones de ropa sin usar están siendo abandonadas en el desierto de Atacama, sumándose a un cementerio cada vez más grande de colecciones antiguas de marcas de moda del mundo del fast fashion.

La Agencia France-Presse, realizó un reportaje donde se dejó al descubierto que unas 59.000 toneladas de ropa acaban en el puerto de Chile cada año. De ellas, al menos 39.000 toneladas se trasladan a vertederos en el desierto.

Resulta ser que este país es el primer importador de ropa usada en América Latina. Desde hace cerca de 40 años existe un comercio sólido de «ropa americana» en tiendas a lo largo del país, que se abastecen de fardos. Posteriormente la ropa que no se desplaza a lo largo de las tiendas de chile, luego se traslada al resto de América Latina. Todo lo que sobra se queda en el desierto.

Los montones del desierto para su eliminación, cubre ahora por completo una franja en el desierto de Atacama, en Alto Hospicio, Chile.

Un problema de la ropa rápida

“El problema es que la ropa no es biodegradable y tiene productos químicos, por lo que no es aceptada en los vertederos municipales”, afirma Franklin Zepeda, fundador de EcoFibra, una empresa que intenta aprovechar la ropa desechada fabricando paneles aislantes con ella.

Según un estudio de la ONU de 2019, la producción de ropa en el mundo se duplicó entre 2000 y 2014, lo que ha dejado en evidencia que se trata de una industria «responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global«.

El mismo informe señala que solo la producción de unos jeans requiere 7 mil 500 litros de agua, destaca que la fabricación de ropa y calzado genera el 8% de los gases de efecto invernadero, y que «cada segundo se entierra o quema una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura».

Conclusiones:

Estos reportes sobre la industria textil dejan en claro y exponen el inmenso impacto ambiental de la moda rápida y que son comparables con la industria petrolera.

La moda rápida o fast fashion es asequible para los consumidores, pero al mismo tiempo es extremadamente dañina para el medio ambiente.

 

 

→ Con información de STN Honduras y Bussiness Insider

Denisse Espinoza