Las cholitas invaden el ring en Bolivia con el poder de la mujer

 

La lucha libre es una actividad cultural que ha crecido indiscriminadamente a lo largo de América. Desde su inicio en los años de la invasión francesa a México, ésta se ha esparcido por toda Latinoamérica creando distintas vertientes de este popular deporte, pero casi en ningún lugar ha tenido una repercusión tan importante como en Bolivia.

Ese país ha visto en la lucha libre un método de empoderamiento femenino y una forma de terminar con la discriminación racial en contra del sector indígena.

Las ‘Cholitas’ son un grupo de mujeres de Bolivia que durante generaciones han sido marcadas por la discriminación y el machismo. Lo que alguna vez fue un término despectivo (‘cholas’ era una forma de denigrar su posición social), hoy se ha convertido en la identidad y orgullo de estas mujeres, quienes ataviadas con toda su tradicional vestimenta, suben al ring y luchan entre ellas y en contra de todos los hombres que osen cruzarse en su camino mientras se encuentran en el cuadrilátero.

Con pollera, olanes, trenzas y toda la actitud de una luchadora, estas mujeres no han tenido miedo a pelear para demostrar que ellas también pueden hacer lo mismo que los hombres. Según Teresa, una cholita que incluso tiene un corto documental acerca de ella, fue gracias a la presidencia de Evo Morales y a su apoyo a las mujeres que las ‘cholitas’ comenzaron a ser reconocidas a nivel nacional.

Estas mujeres, vestidas en sus trajes típicos y sombrero de copa decidieron poner un alto a la actitud de víctimas en el que eran encasilladas. Todo comenzó como una idea de publicidad para atraer más espectadores en la que el dueño de un local llamado ‘Titanes del Ring’ dejó que las mujeres lucharan de esa forma. Entre la pelea y el espectáculo que las mujeres brindaban, la idea corrió de manera rápida y pronto se crearon grupos como Las Diosas del Ring, compuesto únicamente de ‘cholitas’.

Fue este grupo el que captó la atención del fotógrafo italiano Daniele Tamagani, quien las retrató para su serie The Flying Cholitas. Su lente captura la esencia de estas luchadoras dentro y fuera del ring. Amas de casa, trabajadoras, vendedoras, hijas de luchadores e incluso esposas de algunos son retratadas con matices fuertes que resaltan los colores de sus prendas, pero también las cicatrices de sus caras: las reales y las metafóricas.

El fotógrafo se dio cuenta de que muchos de los fanáticos de estas mujeres son personas que comparten la opinión de que luchen contra hombres y contra otras mujeres, pero en su mayoría son los niños los que las adoran. Tal vez ellos, viendo la forma en que luchadoras demuestran ser tan hábiles e independientes como cualquier otro luchador, crezcan sin los prejuicios ancestrales que han perseguido a las cholitas

La ropa que usan fue impuesta por los españoles en tiempos de la colonia, pero a pesar de eso ellas abrazaron su obligación y se apropiaron de ella así como ahora lo hacen con la lucha. Una cuestión de principios, de luchar (literalmente) por el derecho a ser reconocidas, a ser consideradas y a ser incluidas. Estas mujeres saben lo que quieren y no descansarán hasta conseguirlo, pues han aprendido que no importa cuántas veces caigas y cuántos golpes te proporcionen, siempre puedes levantarte y seguir con tu vida.

Disfruta de algunas de las fotos que forman parte del trabajo fotográfico de Daniele Tamagani:

 

cholitas patada

 

cholitas llave

 

cholita voladora

 

cholitas piernas

 

cholitas posando

 

cholitas ventana

 

cholitas ropa

 

cholita boliviana

 

* Visto en Cultura Colectiva

 

 

Denisse Espinoza