29 Jun Madre e hija, unidas al rescate del ancestral oficio de tintoreras
En un rincón del inicio de la Patagonia, existe un lugar mágico donde se encuentra el taller de Sussi Hermosilla y Elicia Ortiz, donde el respeto por la naturaleza se refleja en cada uno de sus ovillos de lana. Madre e hija al rescate del ancestral oficio de tintoreras.
Artesanías Kal Kelü
Su nombre proviene del mapudungun kal (vellón) y kelü (color rojo). Artesanías Kal Kelü, es un emprendimiento familiar que nace en el año 2013 en Chile. Madre e hija unieron su amor por tejer, la naturaleza, las fibras naturales y los oficios ancestrales que forman parte de nuestra cultura.
Ellas recogen las distintas hojas y frutos que caen al suelo alrededor de su casa ubicada en el sector rural de Puerto Varas, para luego llevarlos al taller y elaborar vívidos y naturales colores que se plasmarán en las lanas de Artesanías KalKelü.
Su objetivo es rescatar el oficio de hilanderas y tintoreras de una forma sustentable y que no perturba a la naturaleza.
¿Cómo nace Artesanías Kal Kelü?
“Esta idea comenzó cuando hace 14 años llegamos a Puerto Varas desde Concepción por temas laborales, en ese minuto jubiló mi mamá, que ahora tiene 82 años, y la invitamos para que se viniera con nosotros al campo. Para no estar aburrida, ni solita ella encontró varios talleres de adultos mayores y uno de esos fue de tejido natural con vegetales y desde ahí empezó nuestra aventura”, recuerda con cariño Sussi.
El interés en aprender y conocer más sobre este oficio, llevó a que madre e hija experimentaran con distintas plantas y vegetales los nuevos colores que la propia naturaleza les podía otorgar, y es en este instante que Sussi le propone a su madre iniciar un emprendimiento.
“Nunca he sido buena para cocinar, pero esto de teñir las lanas es lo que más se le parece y me da la sensación que para la gente que es apasionada de la cocina el juntar los ingredientes y después destapar la olla y ver el resultado es maravilloso. Con mi mamá siempre estamos buscando experimentar en cómo van variando los colores», detalla a Diario Sostenible.
¿Cómo nace el nombre?
Teniendo una importante conexión con el medio ambiente y su cuidado, el proyecto tomó su nombre desde el mapudungun y un ave con la que Sussi siempre se ha sentido muy conectada, las loicas, comenzando así Kalkelü (Vellón Rojizo).
Iniciativa que busca fomentar el uso de fibras naturales, con un enfoque sustentable y que al mismo tiempo perpetúe el oficio ancestral del teñido natural de lana de oveja.
“El tema de la sustentabilidad siempre lo hemos tenido y replicado en familia, y se ha ido internalizando como una forma de vida. Por lo tanto no podría ser diferente acá, además el gran objetivo del emprendimiento es el rescate de oficio, que tiene que ver con el cuidado que las ñañas siempre le han dado a la tierra y al medio ambiente, por lo tanto si quiero regirme bien a este rescate, es importante cuidar la naturaleza”, señala Sussi.
Economía circular
“Es importante usar lo justo y necesario del medio ambiente, en este caso las hojas que bota el árbol y las cáscaras de los árboles. Luego los desechos sirven para hacer compost , poder alimentar la tierra del invernadero y con los restitos de lana que van quedando voy haciendo llaveros con las aves de la región ocupando el máximo de materia y evitar desechar nada, ajustándose al máximo a la economía circular», detalla la emprendedora.
Junto con ello, Kalkelü logró dar su gran salto a la sustentabilidad al ganar un fondo para adquirir un acopio de aguas lluvias para el teñido y una bomba que funciona con paneles solares para transportar el agua al taller, además de hacer funcionar la poca maquinaria con la que trabajan.
“Este año ha sido de concretar muchos sueños y esperamos lograr sacar en un corto periodo una etiqueta de los productos que sea germinable, que es un gran desafío. Por otra parte, poder agruparnos a través de una cooperativa para fortalecer el trabajo de mujeres hechas a mano y con identidad regional.
⇒ Con información de Diario Sostenible.cl y Artesanias Kal Kelu